Al no poder absorber la industria ni el comercio a tan gigantesca solicitud de nuevos puestos de trabajo, la gran mayoría de las familias de los habitantes en los tugurios, callejones, corralones y barriadas se han dedicado al comercio semi - ambulatorio de innumerables mercancías, desde comidas en los “restaurantes de los agachados” hasta radios y
televisores, pasando por ropa, zapatos, repue…